Capoeira


Los orígenes de capoeira se remontan al siglo XVI aproximadamente cuando Brasil estaba bajo el dominio de Portugal. Sus raíces vienen del país africano Angola, donde los africanos hacían un juego que consistía en bailes con música y con movimientos de ataque contra su adversario con la finalidad de diversión. Con la esclavitud la población desplazada a Brasil tuvo la necesidad de adaptar esa costumbre a una lucha de defensa y ataque camuflado de baile para despistar sus colonizadores. Así nace el arte marcial capoeira.

Entre arbustos y matas había una rastera donde los esclavos se reunían para su práctica y perfeccionismo. Estas luchas se desenvolvían en campos con pequeños arbustos llamados capoeira, es de ahí proviene el nombre de la lucha.

Hubo grupos de esclavos que se escaparon de los asentamientos y se agruparon en diferentes lugares. Estas agrupaciones eran definidas por Portugal como "Quilombos". El principal de estos quilombos se llamaba "Palmares", fundado por Zumbi, auténtica leyenda de la lucha por la libertad y que para el imaginario oral transmisor de las tradiciones de la capoeira se configura como el padre de este arte. El quilombo de Palmares llegó a contar con una población de unas 5.000 personas y fue un verdadero reto para el gobierno colonial portugués el someterlo.

Otro de los renombrados quilombos fue el de "Macaco", de ahí deriva la palabra que significa mono en portugués, además de ser el nombre de un movimiento de fuga en capoeira.

La capoeira estuvo prohibida en Brasil. En el año 1937 Mestre Bimba se presentó frente a Getulio Vargas, presidente de Brasil, y le enseñó su arte, así fue que el presidente declaró a la capoeira como deporte nacional brasileño.

La capoeira tiene dos vertientes: capoeira angola y capoeira regional. La primera es la más antigua y genuina que practicaban los esclavos. La música es lenta y se caracteriza por un juego en el suelo, con mucha malicia. Su principal representante fue Mestre Pastinha.

La capoeira regional la inventó Mestre Bimba mezclando capoeira angola con otras artes marciales como jiu-jitsu, boxeo o judo. Es más espectacular que capoeira angola y tiene más aceptación por parte de los nuevos capoeiristas en todo el mundo. Combina la malicia de capoeira angola y un juego más rápido marcado por el son del berimbau, en esta vertiente dominan golpes rápidos, quedando prohibidos todo tipo de acrobacia, dominan los desequilibrantes y golpes secos.

Existe también la capoeira contemporánea que es una mezcla entre las dos anteriores, actualmente es la que más se práctica.

Dentro de la capoeira existen dos ramas: el samba de roda y maculelé. Al igual que en la capoeira son  manifestaciones que nacieron con la integración de esclavos africanos y aborígenes nativos.

Maculelé es una lucha-danza que se realiza con un palo en cada mano. A través de un ritmo y canciones los jugadores baten sus palos al son de la música creando un baile bonito y atractivo. El maculelé fue utilizado en la rebelión de los esclavos contra los portugueses, con la utilización de sus cuchillos y palos utilizados en el trabajo de caña de azúcar.

El samba de roda es una manifestación cultural de la época, donde se suelen demostrar las habilidades de cada uno bailando con personas de diferente sexo. La persona que mejor lo hace se queda en el centro y elije un nuevo bailarín y así hasta que termina la música.

Existen historiadores que afirman que en la capoeira se encuentran movimientos que reflejan a algunos animales de la jungla. Como el jaguar, por su manera cautelosa y a la vez explosiva de atacar; la araña, por su manera de entrelazar su presa por todos lados; el macaco con sus saltos y cabriolas y la zorra por sus astutas técnicas de engañar al enemigo. En todo caso, el esclavo que escapaba a la jungla, estaba encadenado y tenía que defenderse de los «Capitães do mato» (cazadores de esclavos) como pudiera. Aplicaba golpes con la cabeza, los codos, las rodillas, girando saltando o rodando por el suelo.


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